La mayoría de los juegos de xCloud están disponibles para descarga directa y optimizados para las consolas
A finales de este año Microsoft extenderá el soporte de su servicio de juego en la nube, xCloud, a las consolas Xbox Series S, X y Xbox One. Gracias a él, los jugadores podrán jugar a los juegos del catálogo en streaming de forma instantánea, sin necesidad de descargar los títulos para ejecutarlos localmente.
La decisión puede parecer un poco absurda. Por definición, la inmensa mayoría de los juegos de xCloud están disponibles para descarga directa y optimizados para las consolas. Todos los usuarios de Game Pass, el servicio de suscripción mensual a juegos de la compañía, tienen acceso a ellos sin coste adicional.
Pero hay algunas ventajas gracias a esta nueva función. La más evidente es que los jugadores no tendrán que esperar varios minutos (u horas) para descargar juegos. Podrán comenzar a jugar la primera partida de forma casi instantánea mientras el título se descarga en segundo plano. La segunda es que para los jugadores de Xbox One y Xbox Series S, xCloud puede ofrecer algo más de calidad gráfica, ya que los títulos se ejecutan en los servidores dentro del equivalente a una Xbox Series X, la consola más potente de Microsoft. La resolución del streaming, en cualquier caso, está limitada a 1080p a 60 cuadros por segundo (fps) y no los 4K que es capaz de ofrecer la consola.
Esta funcionalidad, además, permitirá a los jugadores probar juegos que hasta ahora no podían ejecutarse en la consola Xbox One (lanzada al mercado hace cinco años) por falta de potencia gráfica, como el aclamado Microsoft Flight Simulator.